martes, 18 de julio de 2017

HAZ COMO EL SALMÓN...

 ¿Manuel Antonio sí, no? Sólo mencionarlo puede provocar urticaria entre aquellos a los que, bajo ningún concepto, estén dispuestos a participar de una romería por mucho que merezca la pena el sitio. Junto a Tortuguero, este parque natural situado frente al Pacífico se disputa el primer puesto de los lugares más visitados de Costa Rica. 

Ya la llegada puede resultar desconcertante para el viajero, especialmente si se espera cierto atractivo estético, ya que Manuel Antonio queda articulado en torno a una carretera que prácticamente conecta la ciudad de Quepos con el parque (o lo que es lo mismo, siete u ocho kilómetros atestados de alojamientos, supermercados y restaurantes). Si añadimos una lluvia de órdago, llegar un lunes (único día en el que cierra el parque), la espera para comprar los billetes o el precio de los mismos, la pegunta inicial ya tiene respuesta (confirmada al ver las hordas de turistas en el acceso al parque).

La romería existe, pero ésta es opcional. La procesión de la "Santa Hermandad del Turista que Tacha de la Lista" recorre el sendero principal (que no el único) y atraviesa el parque, finalizando en la playa.  Suficiente para deslumbrar a un mono con el flash, ver algún reptil o molestar a la famosa y nocturna rana de ojos rojos antes de llegar a la playa. Amén pero no, gracias.

Entonces, ¿porqué somos del atleti?, que diría el niño... 



Pues mira, porque no lleva más de quince segundos alejarse de esta romería, medio minuto dejar de sentir su presencia y un minuto para ser consciente de estar sólo en mitad de un increíble bosque tropical marítimo atestado de flora, fauna y rincones espectaculares. El resto viene sólo y que cada uno lo viva a su manera...    
















2 comentarios:

  1. Pero por lo que veo mereció la pena las hordas de turistas y todo lo demás. Tienes suerte de poder ver todas esas maravillas en directo. Después te preguntas como hay gente que se quiere traer al salón de su casa todas esas joyas de la fauna pagando lo que sea y arrasando su hábitat natural. Valen más los recuerdos captados por ojo y pensar que viven donde tienen que vivir.
    Disfruta de tantas maravillas que la ciudad de asfalto es una selva muy dura.

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  2. Qué razón llevas...me río cuando les digo que hay una "selva" particular en Lega

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